Redacción: AMPI
La banca estadounidense sigue siendo la principal fuente coyuntural de incertidumbre para los mercados financieros globales.
Los inversionistas se han mostrado dudosos mientras sopesan las consecuencias de la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB). El miedo a un contagio se extiende, y por eso los reguladores estadounidenses han intervenido.
Los inversionistas no se esperaban lo que ha ocurrido con los bancos. La rapidez y la contundencia que ha tenido la Reserva Federal (Fed) y el Departamento del Tesoro estadounidense para intentar atajar la crisis ha causado desconfianza en el mercado.
El Departamento del Tesoro ha designado este fin de semana tanto a SVB como a Signature, el banco especializado en ‘criptos’ también quebrado la semana pasada, como sistémicos, por lo que ya anunció un plan para respaldar a los depositantes.
El fondo de seguro de depósitos se utilizará para cubrir a los depositantes, muchos de los cuales no estaban asegurados debido al límite de 250 mil dólares garantizados.
Junto con esa medida, la Reserva Federal también ha dicho que está creando un nuevo Programa de Financiación Bancaria a Plazo destinado a salvaguardar a las instituciones de la inestabilidad del mercado provocada por la quiebra del SVB.
Por lo pronto, estas acciones todavía no parecen convencer a los inversionistas. Sobre todo, porque las acciones de First Republic Bank, otro banco regional estadounidense de tamaño mediano, anticipan un desplome superior al 60% en la preapertura, ya que podría ser el siguiente en caer.
En México, en enero de 2023 y con cifras desestacionalizadas, el Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) no presentó variación a tasa mensual. A tasa anual y con series desestacionalizadas, la actividad industrial creció 2.5 %
Las principales bolsas de valores en el mundo seguirán operando con caídas, mientras persiste el nerviosismo relacionado con SVB.